Hoy se cumple cuatro meses desde el fatídico desplome de la icónica discoteca Jet Set, que en la fecha 08/04/04 dejó un registro de 236 muertos, más de cien personas heridas y una importante influencia psicológica en los habitantes.
Al cumplirse el cuarto mes de la desgracia, ayer algunos individuos se acercaron al sitio del percance que se ha convertido en una especie de altar improvisado en honor a las víctimas y en una data donde los días 8 están fijados para pedir por la Justicia.
Debido a esto, el día 21 del mes de junio, la jueza de atención permanente del Distrito Nacional, Fátima Veloz, impuso a los hermanos Antonio y Maribel Espaillat una medida de coerción que consistía en el abono de una fianza de $50.000.000, la presentación periódica ante el Ministerio Público y la prohibición de salir del Pas.
Tras la decisión, en una nota de prensa, el Poder Judicial destacó que el dictamen de la jueza se sustentó en la normativa procesal vigente, y el principio de legalidad penal al tiempo que lamentó que la normativa penal vigente sea de hace más de cien años.
Los hermanos Espaillat, propietarios y administradores de Jet Set, acusados de homicidio involuntario, quedaron en libertad tras permanecer una semana detenidos.
Esta medida fue dictada semanas antes de la promulgación del nuevo Código Penal, y precisamente la tragedia del Jet Set motivó al endurecimiento de la pena en casos similares con hasta 10 años de prisión para los responsables de atentados culposos contra la vida.
Este desastre sin precedentes dejó a 174 niños huérfanos, según reveló el informe oficial del protocolo de intervención sociofamiliar puesto en marcha por el Gobierno para atender a las familias afectadas.
Ola de depresión y ansiedad
La caída del techo en la discoteca Jet Set, ocurrida el pasado 8 de abril, no solo dejó víctimas mortales y heridos, sino que también desató una ola de sufrimiento emocional.
Así lo muestra el primer informe del Observatorio de Salud Mental y Bienestar de la Vicerrectoria de Investigación e Innovación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), el cual reveló en la población del Gran Santo Domingo secuelas como depresión, ansiedad y estrés postraumático.
La evaluación se realizó entre los días 7 y 10 posteriores al colapso del techo de Jet Set con una muestra representativa de 1,034 personas adultas residentes en Santo Domingo y zonas urbanas aledañas.
Según los resultados del estudio “Impacto emocional tras la catástrofe de Jet Set”, un 27.9% de los participantes presentó sintomatología significativa de depresión, mientras que un 21.7% reportó síntomas importantes de ansiedad, lo que refleja una afectación emocional generalizada en la población.
Además, un 14.1% de los encuestados mostró síntomas clínicos compatibles con un probable Trastorno de Estrés Postraumático.
Este hallazgo sitúa al trauma psicológico en el centro de la discusión sobre salud pública en contextos de desastre. “Estamos hablando de personas que, días después del suceso, presentaban recuerdos intrusivos, hipervigilancia, insomnio y una constante sensación de amenaza”, explicó el doctor Zoilo García, psicólogo clínico e investigador principal del estudio.
El investigador enfatizó también que estos resultados confirman que las emergencias colectivas dejan heridas emocionales profundas que deben atenderse con alto rigor.
Proponen inspección periódica de obras
De acuerdo con el informe pericial realizado por la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie), la eliminación de una columna de la estructura de Jet Set para realizar un pórtico de hierro en el área de la tarima del local fue determinante en el colapso del techo de la estructura que desde el año 2011 venía experimentando un aumento en la cantidad de elementos encima.
La tragedia de Jet Set también desató una ola de iniciativas en el Congreso Nacional. Hasta el 26 de abril fueron sometidas 24 propuestas congresuales. De la veintena de iniciativas, 15 son proyectos de ley y nueve resoluciones, de las cuales dos fueron retiradas a horas de ser depositadas (sectores no veían bien el presentar estos tipos de proyectos mientras el país estaba de luto).
Siete de las propuestas -seis son pliegos de ley y una resolución-buscan supervisar las infraestructuras y edificios; las demás tienen otros propósitos. La diputada Lidia Esther Pérez, hermana del fallecido cantante Rubby Pérez (víctima mortal de la tragedia), introdujo en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de supervisión e inspección periódica de infraestructuras y edificaciones.
Con información de: El Caribe
